Como comentábamos ayer, la
Rd4 nos traía un enfrentamiento con
Orvina. Nada como recorrer unos cuantos kilómetros y tener un enfrentamiento entre
sospechosos habituales.
Orvina, como viene siendo habitual, mantiene fijos a sus dos primeros tableros (Mikel y Pablo) y rota los otros dos, con la tal mala fortuna de configurar el equipo más fuerte posible para jugar contra nosotros (tío Arpad dixit): Adrián y el otro es Mikel. Nosotros rotamos todos, y tras breve conciliábulo, acordamos, anteayer, que esto tiene sus rituales, que formábamos con Txemi, Cesar, Mariano e Irati. El menos convencido es el capitán, pero es lo que tienen las democracias representativas. Ya en juego, nadie se acuerda de las disquisiciones previas.
En los dos primeros tableros, las partidas se inician de forma similar: par de francesas de nuevo cuño con 3...Ae7 y 3...h6. ¡Cuanta modernidad! Una visual hacia la izquierda y una pregunta, ¿también Mariano jugará una francesa? Porque es capaz de eso y más. Pero la cosa apunta a una Moderna, a una Philidor, a...quién sabe? Apertura irregular, para la contabilidad analítica. En el cuarto tablero, Irati y Ochoa se apuntan a una Caro-Kann, menos mal, algo de cordura.
En el primer tablero, hay un momento en que parece que las piezas negras (Txemi) parecen que van a quedar descoordinadas, pero no, todo en orden. La partida evoluciona lentamente (¡claro!, es una francesa) y es Txemi quien parece llegar mejor al final...bueno, no; bueno, sí...Y, al final, tablas, que parecía el resultado más lógico.
Mientras tanto, en el segundo tablero....todo parece ir bien para
Cesar, pero, de repente, las piezas blancas parecen griparse, el blanco no consigue coordinar una buena estrategia, mientras que las negras van madurando la posición hasta oponerse, sin casi resistencia. En el post-morten,
Pablo indica que, desde la sexta jugada, la posición de blanco parece comprometida, algo difícil de creer a la vista de la posición, pero todo es posible.
Mariano, entre tanto, parece haber hecho algún sentido de la alocada posición del tercer tablero y termina imponiéndose; mientras que Irati, que ha ido acumulando ligeras ventajas contra Mikel Ochoa no termina de concretar una estrategia ganadora y se firman las tablas.
Y sí, empate a dos en una contienda que se disputó con la lógica tensión, pero que, luego, acabó con casi todos los componentes de ambas escuadras celebrando el encuentro, eso sí, en terreno neutral: la
Peña del Athletic de Linares, colindante a la sala de juego.
Quedan dos rondas y habrá que apretar el acelerador para comparar nuestra actuación con respecto a la del año pasado. A ver.
Mientras tanto, en Praga, se ha iniciado el Campeonato de Europa de Jóvenes. La primera ronda se saldó con la victoria de Javier, aunque tanto él como su contrincante decidieron retar a los rayos en cuanto a velocidad: apenas podía uno centrarse en la jugada recién hecha, y ya se había realizado la siguiente. En fin, habrá que ir cogiendo el ritmo al Torneo. Mientras siga la racha victoriosa, Javier seguirá en los tableros retransmitidos. So far, so good...
