viernes, 29 de abril de 2016

Individual Rd6

La partida de la primera mesa de esta ronda parecía un momento crítico en el empeño de Mikel Ortega de hacerse con el título. Enfrente Luisda, quien siempre le resulta una difícil piedra de toque. Esta partida y la de la segunda mesa tuvieron algo en común: Francesas del cambio. Para mí, esto siempre ha resultado un enorme bloqueo mental para adoptar esta defensa con negras. La Francesa representa uno de los duelos estratégicos más interesantes a plantear contra 1.e4...pero, ¿y si el blanco decide cambiar? Hay una anécdota que Jesús cuenta con su habitual maestría sobre una partida entre Eugeni Sveshnikov y Paco Vallejo al respecto...pero mejor lo dejamos para otro día, que, si no, la crónica se hará demasiado larga. No creo que la variante del cambio está en el repertorio habitual de Mikel, pero dada su ventaja en el Torneo, parece una decisión basada en el hecho de asegurar las tablas y forzar a su rival a una difícil lucha si su ánimo era obtener la victoria. La partida fue bastante soseras, pero el blanco siempre pareció mantener un "slight edge".
Lo que me impresionó fue la manera en que Mikel aceleró cuando la partida llegó a su momento crítico con Luisda algo peor en el reloj. Salvando las distancias, me recordó a la manera en que Nadal suele apretar en los momentos críticos de sus partidos. Ya se sabe que el ajedrez es un deporte mental, pero no sólo en su aspecto más directo de cálculo y evaluación, sino en esos matices que también aparecen en otras competiciones, sobre todo individuales. De manera que la partida se aceleró y nos brindó un par de golpes tácticos muy interesantes, cuando la ventaja estratégica y material de Mikel ya era notable. Parece que no es sólo el título de MF, sino que hay una evidente madurez en su juego.
En la segunda mesa, un cierto remedo de la primera. Malón también cambió contra la Francesa de Adrián Leranoz, pero sospecho que el joven de Ansoain no tenía instintos tan killer como Mikel y Adrián lo intentó, pero guardando la ropa, de manera que se firmó el armisticio.
De la misma manera que las dos primeras mesas tuvieron en común la apertura, las dos segundas, con esquemas bastante distintos, también tuvieron un punto en común y es que los jugadores de Orvina (Pablo Urriza y Javier Sevilla) disponían de cojocaballos indesplazables (alguno de ellos por pares). De manera que ambas partidas apuntaban a sendas victorias para ellos, lo que terminó cristalizando, si bien con ejecuciones relativamente distintas (las posiciones de las que partían también eran muy diferentes), de manera que mientras que Sevilla liquidó por la vía rápida, Urriza tuvo que jugarse un final, en el que, en cualquier caso, siempre pareció gozar de una cómoda ventaja.
La quinta mesa, presentaba un enfrentamiento de lo más interesante. Irati, quien está realizando un Torneo impresionante, se enfrentaba al principal outsider, Daniel Roldán. La partida  que comenzó en slow motion (una cuatro caballos, creo), se aceleró ante una leve inexactitud del de Ribaforada. Irati no dudó en entregar material sobre el enroque del adversario y este anduvo en la cuerda floja durante el resto de la partida. Ante la presión del reloj (creo que menos de 4 minutos) y, supongo que sin encontrar una continuación ganadora, Irati optó por un continuo, lo que parece una decisión correcta ante el apuro de tiempo, si bien los análisis posteriores demostraron que tenía una continuación demoledora, lo que no empaña su magnífica actuación.
En la sexta mesa, una de esas frecuentes enfrentamientos entre oberenistas, en este caso entre Txus y Pedro. Txus salió mejor de la apertura, pero Pedro, con su habitual solidez pareció neutralizar la situación, si bien, la posición era extremadamente compleja, con mucha asimetría. Lo fácil hubiera sido acordar unas tablas, pero ambos se lanzaron decididamente por la victoria de manera encomiable. Al final, fue Txus no sé si el más preciso o el más afortunado, pero quien se terminó llevando el punto.
En la séptima mesa, Odei Lerendegui se impuso a Ainhoa Ortín, en la última partida en finalizar de la jornada. El de Mikel Gurea pareció adquirir ventaja, pero ya se sabe cuan resiliente es Ainhoa: consiguió aguantar la posición y obligó a Odei a jugar con precisión un finalito complicado, que superó con nota.
Alfonso Cemborain y Barri jugaron una partida que bien podría determinar el destino del título de Veteranos. Cembo pareció estar mejor durante la partida, pero Barri consigió unas tablas al forzar un cambio de torres que abocaba a un final de alfiles de distinto color sin esperanzas de victoria.
Distintos destinos para Santiago y Asier. Mientras el primero sucumbió ante Gregorio Sola en una partida de las que le van al nuestro, pero con un lío que favorecía al segundo, Asier se impuso a Pabollet.
Una vez más, Alex consiguió quedar mejor, en este caso, ante Lizuain, pero este no está pareciendo ser su Torneo. Mientras que Miguel tuvo que firmar unas tablas con Alejandro Monroy, a pesar de tener una pieza de más, al liquidarse el resto de material sobre el tablero.
Las dos últimas rondas determinarán no sólo el Campeón de Navarra individual, para el que parece haber un claro favorito, sino la plétora de títulos asociados a este Torneo, estando unos más claros que otros.
No olvidéis que esta ronda, se disputarán en Echavacoiz, en lugar de en la sede habitual de Fuerte del Príncipe.

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