martes, 18 de noviembre de 2014

Txanpa!

Tras el símil ciclista de lo que suponía para nosotros el encuentro con Orvina de la 4ª ronda, estaba claro que las tres últimas rondas eran algo parecido al esfuerzo final de las traineras tras haber dejado atrás la ziaboga, dicho esto con el máximo respeto hacia nuestro rivales. Hay que decir que la holgada victoria de la semana pasada contra los ascendentes Paz de Ziganda, así como poder volver a contar con una alineación bastante sólida, eran motivo de optimismo.  Pero no era menos cierto que Arrano venía de ganar a Runa, un tanto inesperadamente. Así que optimismo, pero moderado.
El resultado final respondió con creces a este estado de ánimo para completar un 8-0 que, hay que confesar, parece un premio excesivo para lo que, por momentos, parecieron deparar los tableros. Otras veces la suerte resulta más esquiva.
Dani se enfrentó en el primer tablero con Mikel Torres. El de Arrano es un jugador que vale más de lo que dice su Elo (como casi todos los componentes del equipo), pero Dani jugó muy consistente, con varias debilidades fijadas, peones doblados y un alfil malote del negro, nuesto primer tablero remató de manera implacable. 
En el segundo, Roberto Arana, quien ha vuelto recientemente a los tableros, y de cuyo fino sentido táctico hay que estar alerta, apretó con decisión, pero, enfrente, Txemi se mostró muy sólido y, conforme se fue apagando la pólvora, se impuso con precisión.
En el tercero, repetía actuación Miguel contra un Ibai Ros que en la temporada pasada se mostró muy resolutivo; pero Miguel jugó una partida impecable en la que fue aumentando la presión hasta conseguir el punto.
En el cuarto se enfrentaron Joseba Otano con Pedro. Nuestro flamante "fichaje" lleva todas las partidas con negras, con un resultado excelente, pero en esta estuvo a punto de andar por el filo ante la presión de Otano. O el de Arrano no precisó o el nuestro anduvo muy fino, el caso es que, una vez más, se llevó el punto.
El quinto tablero fue de infarto. Mariano, que volvía a los tableros después de varias rondas ausente se enfrentó con Xabier Abaurrea. Ventaja de espacio para el nuestro que se va traduciendo en ataque sobre el flanco de rey. No ée si Mariano pecó de optimista, pero entre el material que entregaba el nuestro y el que se comía el suyo, el desequilibrio de material empezó a ser patente en favor del negro, aunque es verdad que su rey no estaba del todo seguro. Lo que parecía incierto se convirtió en una montaña rusa con los apuros de tiempo por ambas partes y cada pocas jugadas parecía cambiar el destinatario de la victoria. Al final, y tras intensa cacería del rey blanco, el que parcía recibir mate era el negro, lo que evitó una caída de bandera. Extenuante partida, la última en terminar, para los jugadores y los espectadores.
En el sexto, Unai Vigor y Cesar, como si de uno de esos antiguos matches se tratara, reeditaron el encuentro del año pasado. El nuestro consiguió igualar e incluso quedar algo mejor tras la apertura, pero en una posición que parecía tender sospechosamente a una tablas se lanzó a unas complicaciones que terminaron con su rey en una peligrosa cuerda floja. Tras realizar varias jugadas con pocos segundos en el reloj, al final fue el rey blanco, que parecía seguro en una esquina del tablero, quien peor lo pasó.
El séptimo tablero contempló la partida más plácida para nosotros. Desarrollo correcto de Txus y algunos problemas para ordenar las piezas de Jon Jauregi, lo que se tradujo en rápida ventaja material y, poco después, el punto.
Txema volvía al octavo tablero, ya más recuperado de sus recientes incidentes, llevó una partida relativamente encaminada contra Iñigo Guillén hasta que, en algún momento, decidió darle un poco de emoción (para que no se diga), pero la sangre no llegó al río y completamos uns ronda perfecta (como dicen los americanos), lo que hace años que no sucedía.
A remarcar que como sucediera la semana pasada en Villava, con la visita de Kike, esta semana recibimos la de Angel. Se agradece cordialmente la presencia de nuestros amigos y, además, parecen trearnos suerte, ¡qué más se puede pedir!
La ronda tenía un interés extremo más allá de nuestro propio resultado y es que el formato del presente año con siete equipos, fuerza a que un equipo descanse cada ronda. La diosa fortuna (¿o fue Caissa?) quiso que fuera Orvina (nosotros tuvimos la mala fortuna de descansar en la primera y tener que remar a contracorriente en la clasificación), lo que llevaba a una situación asimétrica en su disputa con San Juan. O los orvinos cerraban su victoria con una ventaja superior a los ocho puntos o, por el contrario, dejaban el torneo a expensas del resultado de la última ronda de los piscineros (que se enfrentarán a Arrano). Así las cosas, Orvina (contra Santa Ana) tenía que sacar un punto más que San Juan (contra Paz de Ziganda). ¿Parece fácil o difícil? Pues si se miraban los resultados obtenidos hasta ahora, la predicción hubiera sido un tanto incierta. En cualquier caso, se hubiera dicho que una "goleada" era necesaria para acceder al título en cualquiera de los dos encuentros. Creo que pocos hubieran imaginado que un resultado tan ajustado como 5-3 para Orvina en Tudela (éstos con bajas tan sensibles como la de Patxi Sesma), les habría valido para obtener el título ante el nuevo empate conseguido por Paz de Ziganda ante San Juan. Más allá de los resultados globales, me gustaría resaltar algunos resultados individuales habidos durante la jornada que sugieren que el futuro ya está aquí. Esto da para algunas consideraciones globales (como ya hace Gonzalo en la web de Orvina y es que haber finalizado el Torneo da para ponerse filosófico; a algunos todavía nos queda por jugar alguna ronda, así que tenemos los pies aún pegados a la tierra).
Los resultados particulares y comentarios sobre las partidas de ambos encuentros se pueden encontrar en los sitios de Orvina y de San Juan.
¡Ah!, y ahora sí, de manera más oficial, enhorabuena a los campeones.

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